Aunque con pasaporte español, Pablo T., nacido en la provincia de San Juan, a unos 1000 km al noroeste de Buenos Aires, es un inmigrante venido desde Argentina hasta nuestro país. Si algo le caracteriza a él y a su familia es la movilidad, y ya dentro de Argentina estuvieron hasta en tres provincias distintas: San Juan, Buenos Aires y San Luis.
José D. Valero.
Él y su familia más cercana, hastiados de las condiciones de vida de Argentina, decidieron mudarse a España en 2005 para iniciar una nueva vida, más próspera que en el país del corralito y dejando detrás a gran parte de su familia.
Pablo T. tiene 23 años y trabaja de diseñador web en una empresa de Madrid, aunque tuvo en Argentina empleos variopintos, algunos de informática o becario otros trabajos esporádicos, como relaciones públicas de discotecas, camarero, etc. Igualmente, como muchos argentinos, tuvo sus “aventuras” con negocios ilegales, aunque, en sus palabras, “nunca nada demasiado grave y nunca tuve problemas con la ley”.
Por motivos de confidencialidad y de su propia integridad, Pablo pidió expresamente que guardáramos su identidad en secreto, por lo que no se revelará su nombre completo.
José D. Valero (JDV): ¿Por qué viniste a España?
Pablo T. (PT): Principalmente para trabajar, aunque en Argentina estaba estudiando, desde que fue legal –a los 15 años- compatibilicé los estudios con trabajos de jornada parcial para poder ayudar en casa. En Argentina es muy complicado conseguir trabajo, especialmente difícil si pretendes trabajar de lo que estudiaste. Es increíble la cantidad de taxistas con títulos de ingenierías, periodismo, o incluso medicina.
JDV: ¿Te resulto duro adaptarte en España?
PT: No demasiado, todos mis abuelos y tíos abuelos son españoles, así que me crié escuchando cosas de como era en España y sus costumbres. Lo más duro al principio fue el que algunas palabras en Argentina tienen significados bastante diferentes - incluso algunas son casi insultos - y aquí eran palabras de uso común. También costaba un poco al principio el tema de los precios, cuando me pedían 1 euro por una Cocacola… en mi cabeza era como si me estuviesen cobrando 4 pesos por algo que yo normalmente pagaba a 70 céntimos.
Otro punto de choque fue que el primer lugar que fuimos de España con intención de instalarnos fue Valencia, y ver muchas señalizaciones o carteles en valenciano me chocó, porque llegué a España desconociendo la existencia del catalán.
JDV: ¿Crees que España es un país con prejuicios al extranjero? ¿Has sufrido algún tipo de violencia racista?
PT: A mi me parece que España es un país con muchos prejuicios al extranjero pero que no los toman muy gravemente. Constantemente se me hacen bromas o comentarios acerca de "sudaca" o "panchito" y de estereotipos de Argentina con los que no solo no me siento identificado sino que muchas veces no había visto u oído en mi vida. La gente de normal tiende a mirar de otra forma a todo lo extranjero en este país, sea para bien o para mal.
Violencia como tal, no… lo que si he recibido comentarios despectivos de dependientes de tienda que si me oyen hablando con acento argentino pasan de atenderme o me atienden con mala cara.
JDV: ¿Qué es lo que cambiarías de la política española?
PT: Muchas cosas. La política bipartidista es negativa para un gobierno democrático, ya que si no te gustan ninguno de los dos partidos mayoritarios no tienes ningún otro grupo fuerte que votar.
JDV: Ahora, mirando a tu antiguo país de origen, ¿cómo percibes la política argentina?
PT: La política Argentina esta marcada por la corrupción y el populismo. El partido peronista es el partido mas fuerte, y se aprovechan de que al poner una foto de Eva Perón o de Perón en una papeleta el obrero medio vota sin pensar realmente a quién está poniendo en el poder. Como en Argentina el voto es obligatorio - si no votas te comes una multa y como figura en tu DNI si has votado en las elecciones, te suelen poner problemas para viajar si usas el pasaporte Argentino- , el porcentaje de votos en blanco o invalidados es altísimo. También tiende a pasar que los pocos partidos que proponen ideas buenas - como el plan económico de el político Lopez Murphy - se tienen que enfrentar al despliegue de medios y poder que ejercen los partidos mas grandes.
JDV: ¿Qué opinas sobre la presidenta Cristina Fernández de Kirchner?
PT: Mi opinión de ella no puede transcribirse con palabras que puedan resultar educadas. Es una manipuladora política de eficiencia brutal, completamente interesada en el poder personal y de su círculo y poco interesada por el estado de un pueblo que cada vez está mas hundido en la pobreza y la desesperación. Solo alimenta maniobras políticas que le den mas poder o una base de votos mas amplia y se enfrenta con grupos que debería apoyar en lugar de boicotear. Ni ella ni su marido - el ex-presidente - deberían estar en el poder ni siquiera de un pueblo de 10 habitantes.
JDV: ¿Crees que algún día Argentina recuperará la "limpieza política" o la corrupción es un bache ya insalvable?
PT: Lo veo complicado. La corrupción argentina es algo que se encuentra en la misma gente. La gente de calle es corrupta, si pueden sacar algo de gratis, lo harán, si pueden robar, lo harán. La propiedad pública se considera que en lugar de ser "de todos" es que no es "de nadie" así que la gente se dedica a romper o robar las cosas de parques o edificios públicos. El ambiente laboral esta constantemente afectado por "puñaladas", traiciones y zancadillas. Mientras esa mentalidad colectiva que tiene la gente no cambie, es difícil que cambie la mentalidad de los gobernantes. Después de todo, cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
JDV: ¿Cómo era el gobierno de tu provincia? ¿Qué diferencias notaste respecto a Buenos Aires?
PT: El gobierno de San Luis es uno de los más corruptos de Argentina -y me atrevería a decir del mundo-. La misma familia -la familia Sáa- lleva ostentando el poder en esa provincia por mas de 130 años y han moldeado el gobierno y sus organismos a su antojo. Todos los medios de difusión de la provincia les pertenecen y poco queda de libertad de expresión en la provincia. Cambian los puestos de los ministerios según su estado de ánimo y mantienen contento al pueblo a base de espectáculos y puestos de trabajo basura. Buenos Aires es mucho mas competitivo, aunque el peronísmo viene pisando fuerte allí, una mala legislatura y el poder se decanta por otro partido.
JDV: ¿Cómo es el sentir general del pueblo argentino respecto a su casta política?
PT: Una mezcla de odio, asco y envidia. La gente sabe que los políticos son corruptos, pero los siguen votando ciegamente, porque existe la filosofía de que un político que lleve un tiempo en el poder ya no tiene tanta necesidad de llenarse los bolsillos como uno que acaba de llegar.
JDV: Respecto a la crisis, ¿cómo está afectando en Argentina?
PT: De forma bastante profunda, la gente esta con el dinero contado a cuentagotas, se compra carne solo en ocasiones especiales ya que es muy cara. Salir de fiesta es algo que se reserva a ocasiones especiales porque una noche tranquila puede costarte lo que necesitarías para comer durante una semana. El desempleo es lo común, la delincuencia se está disparando a niveles absurdos, al punto de gente que es asesinada para robarles un par de zapatillas.
JDV: ¿Cuál es tu político argentino preferido?
PT: En Argentina particularmente me gustaban dos políticos, Lilita Carrió, que fue la competidora de la actual presidenta en las últimas elecciones, por ser alguien bastante honesta - para los estándares de un político argentino - y Lopez Murphy, un político con poca aceptación pública pero que tiene ideas muy claras de como sacar Argentina del pozo económico en el que se encuentra.
JDV: ¿Volverías a Argentina si tuvieras asegurado un trabajo mejor que el actual?
PT: Ni de broma. No solo está el tema del dinero, la inseguridad argentina, la agresividad del pueblo al encontrarse tan desesperado como está actualmente, son condiciones que no quiero volver a experimentar mientras pueda.